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Plaga emergente: la chicharrita del maíz dalbulus maidis

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Nicolás Campero, Ignacio Romero, Cristian Medrano, Emmanuel Cejas Marchi, Pedro Ale Reuter, Pablo Alvarez Paz, José López, Alejandro Vera, Augusto Casmuz y Gerardo Gastaminza. Sección Zoología Agrícola. EEAOC. ncampero@eeaoc.org.ar

Características generales

La chicharrita del maíz, dalbulus maidis, es el principal vector persistente del Corn Stunt Spiroplasma (CSS), enfermedad con presencia constante y creciente en el cultivo de maíz, principalmente al norte del paralelo 30°, y puede ocasionar niveles de daño de hasta el 100%. Además del CSS, D. maidis puede transmitir fitoplasma y el virus del rayado fino (MRFV), pudiendo presentarse de manera combinada en las plantas de maíz.

La presencia del insecto se registró principalmente en el NOA y NEA, consideradas zonas endémicas. Sin embargo, en los últimos años, su incidencia se ha extendido hacia el Litoral y las regiones centro-norte y centro-sur del país.

Es un insecto monófago, que se alimenta y reproduce exclusivamente en maíz (Zea mays), aunque puede refugiarse en cultivos de invierno, de servicio, malezas y rastrojos fuera de temporada. Posee una gran capacidad de dispersión de hasta 20 km de manera activa y 500 km de manera pasiva por el viento.

Ciclo de vida

Las hembras colocan huevos endofíticos individuales, en las hojas del cogollo de las plantas de maíz. Cada hembra puede llegar a colocar un promedio de 128 a 611 huevos, con una viabilidad de alrededor del 70%. La fase de huevo se extiende entre 11 y 18 días.

Las ninfas atraviesan cinco estadios o instares, desarrollándose por completo en un período de 15 días. Presentan una tonalidad translúcida en los primeros instares, y una coloración amarilla brillante con manchas negras en los últimos estadios. Pese a carecer de alas, son altamente móviles. Suelen agruparse en el envés de las hojas inferiores del cultivo, aunque también pueden observarse en el cogollo.

Los adultos tienen una vida media estimada de entre 45 y 70 días, dependiendo de las condiciones ambientales. Sin embargo, el ciclo total del insecto puede acortarse cuando las temperaturas oscilan entre los 26 y 32°C. Son de color amarillo, alas transparentes y con dos manchas o máculas negras características en la frente. Presentan cinco generaciones de noviembre a mayo.

Tipos de daños

Son dos los tipos de daños que D. maidis provoca:

Directos: ocasionados por la succión de savia elaborada por parte de adultos y ninfas.

Indirectos: que incluyen:

  • La reducción del área fotosintéticamente activa de las hojas debido al desarrollo de fumagina, favorecida por el melado excretado por las ninfas durante la alimentación.
  • La transmisión del complejo CSS (Corn Stunt Spiroplasma), siendo este el daño más relevante. Este patosistema provoca la obstrucción de los haces vasculares, lo que conlleva una serie de síntomas como el acortamiento de entrenudos, la formación de multiespigas, la reabsorción de granos e incluso la muerte de la planta, pudiendo afectar hasta el 100% del rendimiento en casos severos.

Manejo

El seguimiento de la plaga se realiza mediante trampas cromáticas adhesivas de color amarillo, colocadas a la altura del cogollo de las plantas de maíz. Este método debe complementarse con el monitoreo directo de adultos y ninfas en el cultivo. Para ello, se recomienda seleccionar 10 puntos distribuidos aleatoriamente en el lote y realizar:

  • Recuento de adultos en 20 plantas consecutivas por punto.
  • Recuento de ninfas en 5 hojas por punto.

En períodos sin cultivo de maíz, el monitoreo puede efectuarse utilizando red entomológica, también en 10 puntos por lote, realizando 8 pasadas de red por punto. También se recomienda el uso de trampas cromáticas.

Además, se debe observar la presencia de síntomas foliares y en espigas en tres estaciones de monitoreo por lote, evaluando 20 plantas consecutivas por estación. La estimación del daño debe realizarse utilizando las escalas de severidad desarrolladas por la EEAOC.

Control

Manejo cultural: eliminar maíces voluntarios tras la cosecha, utilizar materiales tolerantes si están disponibles y evitar escalonamiento de siembras mediante la concentración de fechas.

Manejo químico: utilizar semilla con curado profesional y optar por un incremento de dosis en zonas de alta incidencia de la plaga. En cuanto a aplicaciones foliares, la mayor eficacia se observa cuando se realizan en situaciones con bajas densidades poblacionales (valores promedio menores a una chicharrita por planta), destacándose los piretroides y las mezclas de piretroides con neonicotinoides, con eficacias de control superiores al 60%.

 

Clave de identificación

Los adultos son pequeños, miden entre 3 y 4 mm, tienen una coloración amarilla, alas transparentes y dos manchas negras características por encima de los ojos compuestos.

Las ninfas carecen de las manchas oscuras características de los adultos, y tienen una coloración principalmente amarillenta en los primeros dos estadios; a partir del tercero, es posible observar una amplia variedad de formas, desde totalmente amarillentas a otras con diferentes patrones de pigmentación oscura, siempre en el dorso.

Las poblaciones de los meses más cálidos son por lo general más amarillentas, mientras que las del otoño son un poco más oscuras; esto último aparentemente está asociado a aspectos de termorregulación.

 

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