¿Cómo ve el mercado actual de los bioinsumos, tanto a nivel país como en el mundo?
Si hacemos memoria, los principales bioinsumos[1] que han tenido una gran evolución y creciente aceptación del mercado agrícola, tanto en Argentina como en el mundo, han sido los inoculantes para leguminosas y, fundamentalmente, los inoculantes para soja.
Las PyMES en Argentina y en Latinoamérica han sido la fuerza impulsora de este crecimiento porque no sólo los desarrollos de bioinsumos requieren de trabajos amplios de especialización de muchos años, sino también su comercialización demanda una importante inversión en capacitación, experimentación y difusión técnica. No se puede lograr una venta sostenible si el demandante no comprende bien cómo funciona y cuáles son las diferencias con la aplicación de productos agroquímicos tradicionales. Y lo biológico es complejo. Por ello es que existe una importante inversión para conseguir que el productor agropecuario y sus asesores identifiquen cuáles variables observar y así poder comprobar los resultados beneficiosos en la utilización del bioinsumo. Precisamente por ello creo que muchos productos de este tipo no han logrado crecer lo suficiente.
Actualmente, la cantidad de consumidores de alimentos que demandan un cambio en las prácticas de producción agropecuaria es cada vez mayor. Es ahora cuando tendremos la oportunidad de generar un verdadero crecimiento exponencial del uso de bioinsumos, si es que trabajamos seriamente en sus desarrollos.
La historia de los inoculantes en Argentina es un buen ejemplo para seguir con el desarrollo del mercado de otros bioinsumos. Gran parte del éxito se debió al trabajo conjunto entre empresas privadas elaboradoras de estos bioproductos y organismos de investigación y de desarrollo agrícola, sumados a organismos de control del Estado. Se lograron normativas adecuadas para el control de calidad y registros que nos permitieron exportar y competir, posicionando nuestros productos a nivel internacional. Brasil y Uruguay se sumaron a este esfuerzo logrando que hoy, por ejemplo, si se siembra soja, más del 90% aplica inoculantes a la semilla, cuando en los ‘80 apenas se aplicaba menos del 25%.
Existen hoy bioinsumos muy innovadores, basados en patentes internacionales, que abren la posibilidad de un gran crecimiento de mercados: productos para promoción y estimulación del crecimiento de las plantas, control biológico de plagas, de enfermedades, etc. Han evolucionado también y están dejando de ser meros brebajes caseros para convertirse en verdaderas formulaciones comerciales que pueden permanecer en las góndolas de distribución comercial durante años. Hoy, los fabricantes apuntan a comercializar productos cuya formulación les permita exportar a cualquier país del mundo agrícola.
Nuestra empresa[2] ha logrado desarrollar en forma conjunta con la EEAOC/CONICET y la UNT un innovador bioinsumo, un inductor de defensa vegetal, que hoy se produce en Argentina. Ya lo está comercializando la empresa Summit Agro en nuestro país con la marca Howler, y para el resto del mundo con la marca Taisei, mediante la plataforma internacional de la empresa Sumitomo Corp. Este bioinsumo aplicado en forma foliar a los cultivos les permite principalmente defenderse de las enfermedades fúngicas mediante lo que denominamos efecto “priming”. Esto es, cuando se aplica el producto, un principio activo del mismo (patente internacional) reacciona con el sistema de defensa de la misma planta y la pone en alerta, elevando sus defensas para controlar el ataque de hongos que producen enfermedades. Con el aumento natural de resistencia, la planta logra controlar el ataque del hongo manteniendo su productividad, ya que lo hace a expensas de un bajo costo energético.
Siguiendo con esta línea de investigación, trabajando en forma conjunta con EEAOC/ITANOA/CONICET, hemos avanzado mucho y estamos experimentando nuevos bioinsumos destinados al control de enfermedades producidas por bacterias, hongos y virus, para ser aplicados en diferentes mercados agrícolas nacionales e internacionales.
¿Qué tipo de bioinsumos cree que se pueden imponer en el mercado y en qué cultivos?
Creo que la demanda por la ausencia de sustancias no deseadas en los alimentos está permitiendo un crecimiento sostenido de bioproductos que reemplacen y/o permitan disminuir sensiblemente el uso de agroquímicos convencionales. Esto es tanto para cultivos extensivos como para intensivos.
La comunidad europea está proponiendo una transformación al respecto, con la obligación de ir reduciendo la utilización de agroquímicos convencionales y sustituyéndolos progresivamente a medida que aparezcan nuevas alternativas sostenibles y de menor impacto ambiental.
Todas las prácticas conservacionistas y nuevos manejos agronómicos demandarán la incorporación de bioinsumos, y está en nosotros la responsabilidad de lograr ofertar productos cada vez más eficientes y efectivos que solo podremos conseguir trabajando en forma conjunta con el sector científico.
[1] Bioinsumo: producto que consista o haya sido producido por microorganismos o macroorganismos de origen animal o vegetal, extractos o compuestos bioactivos obtenidos a partir de ellos, y que estén destinados a ser aplicados como insumos en la producción agrícola con fines nutricionales, estimulación vegetal, enmiendas, sustratos, protectores biológicos o para la protección del cultivo (SENASA)
[2] Annuit SA.